Una alternativa para un crecimiento con producción basada en el conocimiento, la ciencia, tecnología e innovación, con diversificación productiva, consumo sostenible y visión holística.
Desde hace un par décadas, el contexto mundial ha estado marcado por la creciente preocupación en materia de sostenibilidad, afectaciones climáticas y la fragilidad de nuestras economías, de cara a escenarios anteriormente considerados como uno de los tantos posibles resultados de nuestra actividad económica, que día a día se materializan en mayor medida, marcando una tendencia contraproducente y condicionando más nuestra calidad de vida.
Sí bien la capacidad de aprovechamiento de los recursos existentes ha estado directamente determinada por nivel desarrollo tecnológico aplicado y a las capacidades de integrar al sistema económico como un todo, hoy en día se percibe a la ciencia, a la tecnología y la innovación como catalizadores capaces de equiparar este desbalance entre producir y conservar.
El surgimiento de este nuevo enfoque denominado bioeconomía, entonces, no es ajeno a esta situación. Este, entendido como la producción, utilización y conservación de los recursos biológicos, incluyendo los conocimientos, la ciencia, la tecnología y la innovación relacionados, para proporcionar información, productos, procesos y servicios en todos los sectores económicos, con el propósito de avanzar hacia una economía sostenible, actualmente rige a los avances en materia de política pública y en la generación de agendas, tanto a nivel nacional como internacional.
Para el caso colombiano, la apuesta de este nuevo enfoque viene dada desde el desarrollo de la Misión de Internacional Sabios y la implementación de las recomendaciones y planteamientos que de allí derivan. Sin embargo, nos encontramos en el inicio de esta nueva carrera que requiere un vuelco hacía el aprovechamiento de los recursos con un criterio inteligente, aplicando principios de economía circular y sostenible, en consideración de nuestras riquezas ecosistémicas y la diversidad existente en nuestros territorios.
Para lograr esto, resulta clave fortalecer las capacidades institucionales para una mejor comprensión del concepto mismo y su potencial aplicabilidad, el desarrollo e implementación de proyectos relacionados con la temática, contemplando factores clave como la investigación – general y aplicada – vinculación de la academia y grupos de investigación, así como la inversión en laboratorios e infraestructura y la protección de la propiedad intelectual.
De esta manera, el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad con miras a incrementar la competitividad comprende programas estratégicos de la bioeconomía tales como agricultura 4.0, autonomía farmacéutica, biorrefinerías de residuos agroindustriales, biomasa con fines energéticos, bioeconomía azul y el programa de química verde, como nuevas apuestas enmarcadas en la Misión.
Dar este nuevo giro y encaminar nuestras actividades económicas guiados por dichas premisas permitirá conciliar objetivos económicos, sociales y medioambientales, con una transformación productiva, desarrollo social y sostenible, intensiva en conocimiento y que logre consolidar la cooperación de la cuádruple hélice Universidad-Estado-Empresa-Sociedad civil.
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Desde Vertical-i y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación aportamos a la implementación de esta nueva generación de políticas públicas con la materialización de Circular Centro Agroindustrial 4.0 como un actor pionero en el desarrollo de la Bioeconomía, que potencialice la competitividad del departamento de Córdoba y la región Caribe, que vincule la cuádruple hélice y contribuya a la instauración de la CTeI como elemento transversal al crecimiento y desarrollo económico nacional.
Por: Mario Riveros Gamarra – Líder de proyectos en Vertical·i