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Potencializando la agroindustria mediante tecnologías 4.0: Tendencias y retos

La industria 4.0 es un término que ha venido cobrando cada vez más importancia en los últimos años, ésta se caracteriza por la implementación de tecnologías 4.0, como Big Data, Blockchain, Inteligencia Artificial (AI) o el Internet de las Cosas (IoT) para el desarrollo y crecimiento de diferentes sectores económicos, que, en el caso del sector agrícola, ha promovido la automatización y mejora de la eficiencia de los procesos de producción, el monitoreo de las condiciones climáticas, condiciones de suelo, apoyo a la toma de decisiones basada en datos y la interconectividad entre productores y consumidores finales. 

En los últimos años, Colombia ha realizado importantes esfuerzos para hacerse un país más competitivo, esta mejora de la competitividad está directamente ligada al impulso de los sectores con mayor potencial. Históricamente, Colombia ha sido un país productor de materias primas, debido a esto, sectores como el agrícola tienen una preponderancia en la economía nacional con respecto al resto. En el país hay 40 millones de hectáreas cultivables, de las cuales 6 millones se encuentran en uso y el resto no son aprovechadas para la producción agrícola, así mismo, de los 2,7 millones de productores registrados en el Censo Nacional Agropecuario, 725.000 residen en zonas rurales. Por otra parte, del total de productores registrados el 83% no cuenta con maquinaria agrícola y el 90% no recibe asistencia técnica. Este panorama expone dos grandes problemáticas en el agro: La necesidad de la expansión de la frontera agrícola y la tecnificación de los productores agrícolas, así mismo, la solución a estas problemáticas podría radicar en la adaptación de ciertas tendencias a nivel mundial al contexto nacional.

En primer lugar, con respecto a la necesidad de la ampliación de la frontera agrícola, existe una disyuntiva entre satisfacer la creciente demanda por alimentos debido al aumento de la población a nivel mundial y los problemas de degradación de suelos, consumo masivo de agua y la falta de espacios para los cultivos tradicionales. En respuesta a esta disyuntiva, las granjas verticales han probado ser una solución eficiente y ambientalmente responsable. La tecnología de las granjas verticales se basa en el cultivo en ambientes controlados y la automatización procesos. Las granjas verticales consumen 95% menos agua y utilizan 99% menos tierra que la agricultura tradicional, así como produce 400 veces más cultivos por hectárea que los métodos tradicionales. Otro de los grandes beneficios es el control del ambiente de los cultivos, es decir, permite la producción de cualquier cultivo sin importar la ubicación geográfica, así como la superación de los problemas de estacionalidad de productos como el mango, corozo, entre otros. A pesar de los grandes beneficios de las granjas verticales, la implementación de este tipo de tecnologías en Colombia implica grandes retos en cuanto a la realidad del país, por ejemplo, debido a la creciente migración de zonas rurales a urbanas y la poca alfabetización digital en el campo, es probable que este tipo de tecnologías se implementase en grandes ciudades, por otra parte, las granjas verticales necesitan de una significativa inversión inicial, por lo que no sería viable para los pequeños productores o personas de escasos recursos. Así mismo, la automatización de procesos en las granjas verticales conlleva a una menor demanda de mano de obra para las actividades en los cultivos, agravando problemas como el desempleo debido a la poca tecnificación de la mano de obra.

En segundo lugar, la tecnificación de los productores agrícolas responde a la necesidad de la conservación y explotación de los recursos de forma controlada, es debido a esto que la agricultura de precisión o agricultura 4.0 surge con el propósito de potenciar, preservar y mejorar las técnicas de cultivo existentes. La agricultura de precisión se fundamenta en tecnologías como Big Data, inteligencia artificial o el internet de las cosas para analizar y optimizar las operaciones agrícolas diarias, de igual manera, estas tecnologías atienden a la necesidad de información para la toma de decisiones en el campo, mejorando los procesos de producción y automatizando actividades de monitoreo de los cultivos. Sin embargo, uno de los grandes retos para la implementación de este tipo de tecnologías es la alfabetización digital, es decir, que los productores agrícolas estén capacitados para utilizar este tipo de tecnologías y analizar la información para tomar decisiones. Otro de los grandes retos es el costo de implementación de estas tecnologías, un informe realizado por la ONG C4IR.CO encontró que solamente el 31% del sector agro utiliza este tipo de tecnologías para la producción, siendo la gran mayoría grandes empresas.

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En conclusión, Colombia tiene grandes retos para transformar el sector agrícola, ya que es muy importante planear el cómo se implementarán las tecnologías y tendencias a nivel mundial en el país, de manera que se logre el mayor número de beneficiados, por lo que es necesario la articulación de todos los actores del país, de manera que la implementación de la agricultura 4.0 sea una estrategia exitosa que propenda por el bienestar del país.

Por: Moisés Galvis – Analista de políticas públicas en Vertical·i

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